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Las cuatro lesiones más comunes al correr

Las cuatro lesiones más comunes al correr
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Los corredores tienen mayor probabilidad de sufrir alguna de las siguientes cuatro lesiones en las extremidades inferiores: son fascitis plantar, tendinitis de Aquiles, síndrome de dolor patelofemoral (mejor conocido como rodilla del corredor) y síndrome de la banda iliotibial. Estas lesiones resultan de desequilibrios musculoesqueléticos y de movimiento agravados por el uso excesivo.

Cuando corremos, el cuerpo se mueve en los tres planos de movimiento (de lado a lado, en rotación, hacia delante y hacia atrás). Los movimientos de lado a lado nos permiten tomar pasos alternos de izquierda a derecha, lo que nos ayuda a avanzar o retroceder. Al mover nuestras piernas hacia adelante o hacia atrás, también oscilamos los brazos hacia delante y hacia atrás, lo que crea la rotación en el torso, permitiendo así que la columna vertebral, las caderas y las piernas se muevan.

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Esta combinación de movimientos nos ayuda a superar temporalmente la gravedad para completar una actividad. Sin embargo, estos movimientos también nos ayudan a absorber los golpes, o las fuerzas de reacción del suelo, permitiendo que el cuerpo se mueva en la dirección del impacto, que es opuesto a la dirección de la atracción de la gravedad.

Dolor rodilla

El cuerpo tiene otras estrategias para lidiar con la gravedad y las fuerzas de reacción del suelo. Las estructuras de los tejidos blandos, especialmente nuestros músculos, disipan la energía a medida que el impacto recorre el cuerpo. Cuando una persona corre, ciertos músculos se contraen para balancear la pierna hacia delante. A medida que el pie golpea el suelo y el cuerpo tiene que contender el impacto, los músculos del pie, el tobillo y la pierna se alargan bajo tensión. La tensión muscular ayuda al cuerpo a absorber el golpe y crea energía para los movimientos posteriores.

Si los músculos no están saludables, flexibles y fuertes, son menos eficaces en la transferencia de peso y en la absorción de golpes. Como resultado, otros tejidos blandos en el cuerpo como la fascia, los tendones y los ligamentos, deben trabajar más duro. Con el tiempo, estas estructuras están sobre trabajadas, estresadas y tensas, provocando lesiones y dolor.

Del mismo modo, si los músculos no están funcionando correctamente las articulaciones pueden inflamarse o puede carecer de amplitud de movimiento. Los movimientos se restringen y el cuerpo se vuelve menos efectivo para disipar la gravedad, absorber los impactos y crear energía para el movimiento.

Dolor

Síndrome de dolor patelofemoral. Se caracteriza por dolor en el frente de la rodilla, cerca o debajo de la rótula. La rótula es un hueso pequeño que se desliza sobre el surco femoral a medida que la rodilla se dobla y se estira. El dolor y la rigidez que provoca puede hacer difícil subir escaleras, arrodillarse y realizar otras actividades cotidianas. Los síntomas con frecuencia se alivian con tratamiento conservador, como cambios en los niveles de actividad o un programa de ejercicios terapéuticos.

Tendinitis de Aquiles. Se caracteriza por dolor en la parte trasera de la pierna baja, cerca del talón. El tendón de Aquiles une los músculos de la pantorrilla al hueso del talón. Cuando este tendón se inflama, produce dolor. Las principales causas son actividades repetitivas que sobrecargan la estructura del tendón, problemas de postura, como pie plano o pie con arco elevado, problemas con el calzado o el entrenamiento.

Síndrome de la banda iliotibial. El dolor característico de esta condición se ubica en la parte exterior de la rodilla. La banda iliotibial es un tejido conectivo fuerte que corre a través del lado exterior de la pierna, desde la pelvis hasta la espinilla, nos permite enderezar la rodilla y mover la cadera lateralmente. La banda iliotibial une al glúteo mayor y al tensor de la fascia lata a la parte externa de la tibia. “Ilio” se refiere al hueso iliaco de la pelvis, y “tibial” a la tibia. El tratamiento puede consistir en masajes y estiramientos, y ejercicios de fortalecimiento específicos.

Fascitis Plantar. El dolor característico se ubica en el talón y en la parte inferior del pie. Se refiere a una inflamación o irritación de la banda de tejido conectivo llamada fascia plantar, ubicada en la planta del pie. Es un dolor que suele ocurrir al dar los primero pasos en la mañana o después de un largo período de reposo, el dolor desaparece después de caminar unos minutos. El tratamiento suele consistir en reposo, estiramientos físicos, férulas y terapia física

Imágenes | Ryan Knapp | Esther Max | James Buck |

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