Hace poco vi una noticia que alegro mi día. Los niños en Japón, como parte de su cultura, tienen que encontrar el equilibrio entre la vida moderna y las expectativas tradicionales. En sus escuelas, estudian arduamente tablas de multiplicar y escritura kanji. Para aliviar a estos niños del estrés, las primarias de Tokio los ayudaron a encontrar el balance con un divertido y saludable juguete.
La felicidad reflejada en sus caritas no tiene precio, cuando durante el receso, cabalgan en un monociclo. Las escuelas primarias de Japón, ofrecen a sus alumnos, monociclos para que jueguen en su tiempo de descanso. El Ministerio de Educación, como parte de las recomendaciones del desarrollo físico, provee a escuelas primarias, palos pogo, monociclos y hula hulas, herramientas que promueven el equilibrio y el fortalecimiento del tren superior.
La Asociación de Lotería de Japón, dona regularmente dinero a las escuelas para que cada niño tenga su monociclo. En el 2015, con el dinero recaudado, se compraron 2000 monociclos para las escuelas publicas de Tokio.
Y aun hay mas, los niños se encuentran muy motivados y participan en torneos de monociclo con otras primarias. Es impresionante, la habilidad de los niños, aprendiendo poco a poco a dominar este "juguete" que requiere de concentración, paciencia, y fuerza que están desarrollando al jugar diariamente. En el video, podemos observar a los niños en un típico receso escolar practicando trucos al rededor de las 20 yardas del patio, en perfecto equilibrio.
Es increíble, que ningún niño use equipo de protección como rodilleras o cascos. Dominan a la perfección el monociclo, que según la enfermería escolar, solo han tenido una o dos lesiones en los tres años que lleva este programa de ejercicio.
Algo destacable, es que no se les dio instrucción previa de como usar estas herramientas, los niños fueron autodidactas. ¡Wow! Como soy fácilmente de influenciar, en estos momentos estoy buscando precios de monociclos para adquirir uno. (dando clic en comprar ahora)
Imagínate que en nuestras escuelas primarias se tuvieran este tipo de iniciativas. Tendríamos niños mas felices, desarrollando su creatividad, habilidades motoras, sentido de pertenencia, fortaleciendo su autoestima al enfrentar nuevos retos, divirtiéndose y haciendo ejercicio, cosa que los videojuegos no cumplen en su totalidad.
Nota: Cuando tenga mi monociclo, les comento. ¡Ya me vi!!!... (cayendo al suelo, repetidas veces con la esperanza de tener la habilidad de un niñito japonés.)
Vía | NYTimes
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