La acidez es un problema bastante común. Es causada por el reflujo de los ácidos del estómago hacia el esófago, irritando la mucosa y causando la sensación de dolor. Su nombre correcto es enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Tanto el reflujo ácido como el ardor estomacal son condiciones comunes que muchas personas experimentan de vez en cuando. Cuando estos signos y síntomas se producen al menos dos veces a la semana o interfieren con tu vida diaria, es cuando se habla de un problema. La acidez puede reducir de manera significativa la calidad de vida de una persona. Además puede causar daño al esófago e incluso aumentar el riesgo de cáncer si se ignora o no se trata adecuadamente.
Los síntomas más comunes son una sensación de ardor en el pecho, la cual a veces se extiende hacia la garganta, junto con un sabor amargo en la boca. También se puede presentar dificultad para tragar, tos seca, ronquera o dolor de garganta, regurgitación de alimentos o líquidos ácidos, y/o sensación de cuerpo extraño en la garganta.
El reflujo gastroesofágico puede ser mayor en pacientes con obesidad, protrusión de la parte superior del estómago hacia el diafragma (hernia hiatal), durante el embarazo, en fumadores, pacientes con asma, diabetes, y trastornos del tejido conectivo, como la esclerodermia.
Consejos para ayudar a aliviar la ácidez estomacal
Baja de peso si es necesario. El exceso de peso pone más presión sobre el estómago y empuja el contenido del estómago hacia el esófago. La ropa y los cinturones ajustados que acompañan al aumento de peso, también pueden ser un factor.
Come de manera inteligente. Las comidas abundantes ejercen presión sobre el músculo que normalmente ayuda a mantener el contenido del estómago en su lugar y evita que regrese hacia el esófago. Entre más comida consumas, el estómago tarda más tiempo en vaciarse, lo que contribuye al reflujo. Prueba con comidas más pequeñas y frecuentes, y tomate tú tiempo al comer.
Evita comer en la noche. Comer o tomar un refrigerio pesado dentro de las tres horas próximas a irse a dormir, puede empeorar el reflujo, causando acidez. En la noche, lo ideal es planear tu última comida y deja suficiente tiempo para que el estómago se pueda vaciar.
Duerme en un plano inclinado. Colocar un cojín en forma de cuña para que tu torso quede un poco hacia arriba puede aliviar la acidez nocturna. Puedes encontrar este tipo de cojines en tiendas de equipos médicos y algunas tiendas de artículos para el hogar.
Identifica y evita los alimentos asociados con la acidez estomacal. Los principales alimentos causantes del reflujo son aquellos ricos en grasas, alimentos picantes, jitomates, ajo, leche, café, té, refrescos de cola, menta y chocolate. Las bebidas carbonatadas causan eructos, que también causan reflujo.
Otra idea es masticar chicle después de una comida. El chicle promueve la salivación, lo que ayuda a neutralizar el ácido, aliviar el esófago, y hacer que el ácido regrese hacia el estómago. Como mencione en el punto anterior, evita los chicles sabor menta, ya que puede desencadenar la acidez estomacal más que otros sabores.
Obviamente si tienes un caso severo de reflujo gástrico, es importante que visites a tu médico, ya que existen varias opciones de tratamiento, incluidos medicamentos, y si llegara a ser necesario, también cirugías.
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