A dos semanas y media de terminar el 2016, es inevitable hacer una recapitulación de las tendencias alimentarias que surgieron o que fueron bastante famosas a lo largo de este año. Seguramente muchas de ellas continuaran en el 2017, y muchas otras poco a poco desaparecerán. Lo que todas ellas tienen en común es que buscan mejorar nuestra salud.
Hoy en día, muchas personas tratan de eliminar el gluten de sus dietas. La industria de alimentos sin gluten ronda los 13 mil millones de dólares, y se espera que para el 2020 este número se duplique. Lo interesante es que las personas que empujan este crecimiento no son las que sufren de enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten, si no aquellos que se describen como preocupados por la salud. Los productos más vendidos bajo esta categoría son pan, galletas y snacks.
Otro tendencia que sigue siendo popular, es la dieta paleo. Se caracteriza por centrarse en la carne, y en todos los ingredientes que un hombre de las cavernas consumiría. Aunque los expertos en nutrición siguen investigando los beneficios de esta dieta, los consumidores están votando con su billetera. En el 2013, paleo fue la dieta más buscada en Google, y en el 2015 los productos etiquetados como paleo crecieron un 78 por ciento.
Las dietas basadas en plantas cada vez son más famosas, así como todos los productos veganos. Por ejemplo, las algas marinas son un alimento que además de ser súper versátil, contienen bastante yodo, algo bueno para el funcionamiento de la tiroides, y según un estudio del 2014, pueden reducir la tasa de absorción de grasas en un 75 por ciento. En Europa este ingrediente ha tenido un aumento del 147% en ventas, y en Estados Unidos del 76%.
En la actualidad las grasas se están despojando de su mala fama, y hemos visto un incremento en el consumo de grasas saludables. Solo basta con darnos una vuelta por el pasillo de aceites de cualquier supermercado. Hoy en día podemos encontrar aceite de aguacate, aceite de coco, aceite de semilla de uva, aceite de cáñamo, aceite de macadamia, aceite de almendra, y obviamente el famosos aceite de oliva. Esto se debe a un deseo por ingredientes orgánicos, saludables, no transgénicos, de origen local o rastreables, y envases ecológicamente seguros.
Otro sector que ha crecido considerablemente es el de las leches no lácteas, ya sea a base de nueces, granos o semillas. Los consumidores de estos productos buscan reducir el consumo de productos de origen vegetal o son personas sensibles a los lácteos. La leche de camello está de moda en varios países, principalmente porque es más fácil de digerir que la de vaca, así que es posible que en el próximo año escuchamos más de este ingrediente.
Los probióticos y los yogures es un mercado que ha crecido bastante en los últimos años. Hace apenas dos años, el yogur griego era la novedad, y hoy en día lo podemos encontrar en todos lados. En el 2007, en Estados Unidos, las ventas de yogur griego representaban el 1 por ciento, hoy en día es del 50%. Todas estas tendencias demuestran que cada vez existe mayor variedad en los supermercados, haciendo que nuestras opciones sean más informadas y saludables.
Vía | IDEA
Imágenes | @joefoodie | Jeff Kubina | tbiley |
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