Para esos días donde se nos antoja algo cremoso, pero con queso, mucho queso, tanto que cuando llevemos el bocado a la boca el hilo del queso gratinado sea casi imposible de desprenderse. ¡Uff, que delicia! Como el queso siempre es mejor acompañado que solito, hoy tenemos la receta de una sopa de coditos al estilo americano o como muchos la conocen Mc And Cheese.
Estos Mac & Cheese son uno de los platillos más típicos de la gastronomía estadounidense que, sin duda, nunca puede faltar en las reuniones. Una de las razones principales por las que es tan común en las cocinas de Estados Unidos es debido a que es super sencilla de preparar y muy saciante. ¡Manos a la obra!
¿Dónde nació el Mc & Cheese?
El Mac and Cheese no es un platillo moderno, la verdad ya tiene sus buenos años y de boca en boca se dice que el mismísimo Thomas Jefferson, tercer presidente de Estados Unidos, fue el creador este platillo. Sin embargo, no fue del todo exacto este supuesto, ya que el cocinero de Jefferson, James Hemings (afrodescendiente) fue quien introdujo este plato a finales del siglo XVIII.
¿Cómo lo sabemos? Gracias al documental de Netflix High on the Hog, que trata de cómo la cocina afroamericana transformó Estados Unidos, y tiene sus respectivos tintes políticos. Lo interesante es que este documental está basado en el libro de Jessica B. Harris, junto con el cocinero y escritor Stephen Satterfield y trata de cómo emprenden un viaje desde África y alrededor de todo Estados Unidos buscando el legado y las huellas gastronómicas que trajeron los barcos de esclavos.
Ahora bien, comencemos con esta receta de Mc and Cheese para acompañar este maratón de High on the Hog.
Vamos a iniciar con la cocción de la pasta. En una olla con agua, agrega un pedazo de cebolla, ajo, sal y aceite, cuécela por unos 10 minutos, no tiene que quedar en su punto porque después la terminaremos de cocinar en el horno.
Precalienta tu horno a 200°C por 15 minutos.
En un recipiente pequeño, disuelve la maicena con un chorrito de leche fría.
En un sartén caliente agrega la maicena diluida y agrega el resto de la leche junto con la mostaza, la sal y la pimienta. Mezcla y deja sazonar a fuego bajo sin dejar de mover, esto hará que la maicena espese estos ingredientes.
Cuando tu salsa esté espesa, baja al mínimo la flama y agrega el queso cheddar sin dejar de mover hasta que se incorpore.
Cuando tu pasta esté lista, incorpórala a un refractario y vierte la salsa de queso cheddar, luego cubre con el queso parmesano rallado y hornea durante 15 miutos en el horno precalentado.
Debe quedar gratinado y doradito para que tenga la textura perfecta que deseamos. Apaga el horno y deja enfriar un par de minutos porque estará muy caliente.
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